GOMA BLANCA


Tengo una prima-hermana que se llama Amanda. Una vez, cuando éramos pequeñas, decidimos que nunca nos íbamos a volver a separar y tuvimos la brillante idea de pegar nuestras manos con goma. Para nuestro desconcierto, por más duro que apretáramos nuestras manos una con la otra, no encontramos pegamento que lograra físicamente juntarnos para siempre. Aunque ese día Resistol no cumplió con su cometido, siento que nuestro intento no fue en vano y de una forma simbólica logramos una unión más o menos permanente. Mandy: la quiero montones.

FACEBOOK Y MI DIBUJO



Inicialmente este dibujo lo puse en mi wall en Facebook y lo titulé “Dibujo del día”. Definitivamente antes de clickear el botón que decía “Compartir” lo pensé dos veces. ¿Qué resultados tendrá poner ese dibujo tan solo ahí, sin contexto ni compañía? No entiendo muy bien que eran mis ganas de exhibirlo ahí en Facebook adonde la gente solo pone fotos de la última fiesta o el viaje a la playa mas reciente. Claramente, cuando saliera en el news feed de mis “amigos”, mi dibujo iba a resaltar un poquito porque no era un post de las 5 películas que más me gustan ni un wall diciéndole a Lucy lo mucho que me hacía falta. Honestamente en mi creció un poco de curiosidad de ver que pasaba. Un “A Amanda Pacheco le gusta esto” y dos comentarios después mi dibujo paso al olvido con todo el resto de status absurdas y quices que le dicen a uno que raza de perro uno debería de ser. Por dicha le encontré a mi dibujo un lugar aquí con otros dibujos raros para que no se sintiera solo entre todo ese balbuceo social, chismes y eventos a los cuales probablemente no voy a atender.

LA MONA



Todos conocemos este cuadro: Una clase, un escritorio incomodo, un piso que huele raro, una profesora hablando, 25 estudiantes (incluyéndose a uno mismo) que NO están escuchando, un cuaderno con unas cuantas palabras que juegan de ser “apuntes” y un lapicero de tinta intermitente. Ojala el senario descrito anteriormente también resulte llevarse a cabo en una tarde-noche semi nublada con pinta de lluvia. Lo que acabo de describir resulta ser una memoria amarga y todavía muy viva para muchos (quizás de ayer o si tienen suerte, la semana pasada). En mi caso he descubierto que todos los elementos mencionados han sido, de vez en cuando, culpables de una serie de dibujogarabatos de carácter sumamente peculiar.

Precisamente hoy en Historia de Centroamérica se confabularon el aburrimiento y la libertad que había huido por la hendija de la puerta para inspirar este dibujo que he decidió titular “La Mona”. No es mi culpa, juro que inicialmente solo fue un círculo inocente. Yo sé que no debería de estar haciendo círculos mientras me hablan de los filibusteros pero el lapicero me estaba rogando que lo usara y simplemente no estaba poniendo suficiente atención como para poder escribir algo coherente. Fue entonces cuando decidí mejor hacer un círculo con la intención de desafiar a William Walker con una figura geométrica. Como si las formas pudieran reemplazar a la historia y como si lo de ahora fuera más importante que lo de antes. De circulo en circulo llegó finalmente la mona a saludar a Soili Buska (mi profe de historia). --Otra mona-- me pidió la mona, pero por dicha yo había sido la creadora de esos robustos labios y pude entender que era un engaño y pude también decirle que no. Ya mi mente había gastado mucho tiempo en babosadas.