"Sé BUCEAR EN SILENCIO"


Cada cinco mil años luz nacen en mi las ganas de crear algo delicado, cualquier cosa que parezca romperse en dos con solo mirarla a través del rabillo de mi ojo. Ni siquiera se me ocurre qué exactamente, sin poder evitarlo me invade una apreciación hacia lo efímero: una tela de araña, un encaje de finos hilitos blancos, un pelo claro de mil en una cabellera enmarañada, dientes de león en huida de su respectivo tallo, un lápiz de punta filosísima…



LO QUE CONSTRUIMOS Y DESTRUIMOS


A pesar del helado de kiwi me puse a llorar. El llanto vino así, solo, mientras una amiga boquiabierta no le quedo más que hacerme reír. No hay nada más inaudito que una lagrima que brote de la nada, a modo de protesta, haciendo que se desborone por brevísimos segundos esa pared de metal, cemento, alambre de púa, piedra, ropa, sal, risas, tierra, jabón, y de todo lo que nos encontramos en el transcurso de una vida que sirva para engañar a los demás y a nosotros mismos de lo que tenemos adentro.